"La duda"



Esta película posee una factura imponente: dos actores geniales (el fallecido Seymour Hoffman y la perenne Meryl Streep), una fotografía perfecta, y un ritmo sereno.

Cuenta la compleja relación entre la directora de un colegio cristiano (que lleva una vida espiritual intransigente, marcial, aunque bienintencionada) y el capellán del mismo (que lleva una vida espiritual más alegre y abierta, vitalista, aunque sin concesiones innecesarias). El conflicto se presenta cuando ella comienza a dudar del sacerdote, pues se levanta en su interior la sospecha de relaciones inmorales con algunos de los menores.

En una época en la que los abusos (tristes) de algunos sacerdotes han deteriorado (con razón, pero también con una falsa extrapolación universal) la imagen de la iglesia y del clero, esta película presenta valientemente una visión algo diferente. Se celebra la alegría de la fe, cuando ésta se vive con coherencia y sinceridad de vida, frente a la imagen purista o espartana, que sólo la presenta como un sufrimiento de autosuperación que no desea "mancharse" de la felicidad en esta tierra. Aparte, es una crítica clara a la murmuración y a los prejuicios, defendiendo la presunción de inocencia y la prudencia en los veredictos.

El suspense no decae en ningún momento, y es memorable el sermón del capellán, inteligentemente superpuesto a la imagen de una almohada desplumada…